miércoles, 16 de septiembre de 2009

Alt F4

Es muy fácil angustiarse por las cosas pequeñas, es el atajo para evadirse de la realidad.
Si tengo muchos otros motivos para parar de respirar y ponerme a pensar, temas más urgentes y más profundos, ¿por qué me detengo en cosas simples y relativamente más sencillas de proyectar a futuro? Sabiendo también, que no me hace ningún bien ni que soluciono (ni me acerco a la solución de) conflictos o asignaturas pendientes que me carcomen el portaneurosis.
Porque, finalmente, tener muchos motivos para sentirme mal no significa que me tengan que abatir. No me van a abatir, no quiero ser una persona sumisa a sus emociones y que sus sentimientos o estados de ánimo interfieran con los demás aspectos de su vida.
Solo que a veces me canso de todos estos frenos.
Y ya no quiero más angustias de ningún tipo.
Ctrl Shift Inicio Delete

0 personas aburridas aportaron su opinión.:

Publicar un comentario